A medida que ha ido aumentando la potencia de los teléfonos móviles, estos han comenzado a poder ofrecer servicios que van mucho más alla del simple procesamiento de llamadas de voz.
Ahora, un teléfono inteligente típico puede emplearse para enviar mensajes de texto, navegar por la Web, acceder a mapas, ver contenido multimedia; en resumen, puede utilizarse para proporcionar muchos de los mismos servicios que un PC tradicional.
Por esta razón, los teléfonos inteligentes requieren sistemas operativos completos, no solo para gestionar los limitados recursos del hardware del teléfono, sino también para poder ofrecer funcionalidades que den soporte al conjunto cada vez mayor de aplicaciones software para teléfonos inteligentes.
La batalla por el predominio en el mercado de los sistemas operativos para teléfonos inteligentes promete ser muy cruenta y terminará ganándola, probablemente, el que pueda proporcionar las funcionalidades más imaginativas al mejor precio.
Entre los competidores en el campo de los sistemas operativos para los teléfonos inteligentes podemos citar el iPhone OS de Apple BlackBerry OS de Research In Motion, Windows Phone de Microsoft, Symbian OS de Nokia y Android de Google.