La audición es el proceso que empieza con la conversión a través del oído, de las ondas sonoras que viajan por el aire en señales eléctricas que llegan al cerebro.
- Las ondas sonoras entran al oído a través del “conducto auditivo” que llega hasta el tímpano.
- El movimiento de las ondas sonoras hace que el tímpano vibre y a la vez transmita estas vibraciones a tres huesecillos diminutos del oído medio.
- Los huesecillos del oído medio amplifican o aumentan las vibraciones de sonido y las envían a la cóclea en el oído interno. La cóclea tiene forma de caracol y está llena de líquido. La cóclea tiene una membrana elástica a lo largo de su estructura llamada “membrana basilar”
- Una vez que las vibraciones llegan hasta el líquido dentro de la cóclea, se forman ondas que viajan a lo largo de la membrana basilar. Las células ciliadas, que son células sensoriales sujetas a la superficie de la membrana, “bailan” con el movimiento de la ola. Este baile hace que se abran unos canales que parecen poros, provocando que ciertas sustancias químicas entran en las células, generando así una señal eléctrica.
- El nervio auditivo lleva esta señal eléctrica al cerebro, que la convierte en sonidos que podemos reconocer y entender.